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CHUNTA ARAGONESISTA - ALCORISA

El voto de la dignidad, el discurso de Labordeta

El voto de la dignidad, el discurso de Labordeta

Intervención de José Antonio Labordeta, Diputado de CHA, en el Pleno del Congreso el 15 de marzo de 2007 en el debate de aprobación de la reforma del Estatuto de Autonomía de Aragón.

Subo a esta tribuna a defender las 60 enmiendas parciales de Chunta Aragonesista a esta propuesta de reforma del Estatuto de Autonomía de Aragón, que se mantienen para el debate y votación en el pleno del Congreso. Ha querido la casualidad que la fecha de aprobación del dictamen de la comisión sea precisamente un 15 de marzo.

En el calendario romano los idus de marzo caían en el 15 del mes de Martius y eran días de buenos augurios, pero, sin embargo, pasaron a la historia por la famosa frase de Shakespeare en su obra Julio César en 1599 que los citaba al escribir: “¡Guárdate de los idus de marzo!”. Eso habrá que decirles a los aragoneses y aragonesas con este estatuto porque vamos a tener un estatuto “excluyente” en las formas y claramente insuficiente en el fondo. En cuanto a las formas no han aceptado ni siquiera la posibilidad de sentarse a negociar las enmiendas de Chunta Aragonesista (y eso que el histórico Reino de Aragón, aunque ahora lo silencien en el preámbulo, fue el país del pacto). Y en cuanto al fondo quieren aprobar un estatuto “pacato” a la hora de asegurar inversiones del Estado, un estatuto “timorato” a la hora de asegurar nuestros recursos hídricos ante la amenaza de nuevos trasvases, un estatuto “incapaz” de asegurarse competencias que otros territorios sí tienen y un estatuto de autonomía “ignorante” de nuestra historia, de nuestra identidad.

Y es que hablando de fechas y casualidades de la historia, hace tres años y un día, las urnas dieron un vuelco electoral y resultado de las mismas se conformó un nuevo gobierno que se quería de izquierdas y con sensibilidad federal.

Desde esta misma tribuna, en la sesión de investidura indicamos, al que iba a ser Presidente del Gobierno, que colaborase en la aprobación de un nuevo Estatuto de Autonomía de Aragón que «colmase las aspiraciones de autogobierno» y dotase a nuestro territorio de «un verdadero poder político y económico».

Tres años y un día después este estatuto, de no incorporarse nuevas enmiendas, supondrá una nueva decepción a estas aspiraciones. Nos condenará, veinticinco años después, a una nueva autonomía de segunda. En un año, y va de conmemoraciones, donde se cumple el 300 aniversario de los Decretos de Nueva Planta, que acabaron con la personalidad política aragonesa.

¿Será por eso que han eliminado este episodio, clave de nuestra historia, en el preámbulo?

Hemos explicado por activa, pasiva y hasta por reflexiva, las carencias de este nuevo Estatuto, no hemos obtenido hasta la fecha ninguna explicación convincente por parte de los otros grupos que han acordado el texto que refutara nuestros argumentos. Lo que sí era bueno para Cataluña, Baleares, Andalucía, no lo era para Aragón. Lo que sí conseguían otros territorios en materia de inversiones aseguradas del Estado vía presupuestos generales, no lo era para Aragón. La deuda histórica que se tiene con nuestro territorio no se reconoce pero sí a otros lugares. ¿Esto es acabar con la España de las dos velocidades?

En los albores de la democracia, algunos con sus maniobras políticas nos metieron en la vía lenta de las autonomías, a pesar de la histórica manifestación del 23 de abril de 1978, que ahora parece molestar a algunos y se elimina del preámbulo. Ahora quieren que sigamos el mismo camino. ¿Cuántas veces tenemos que manifestar nuestra voluntad de autogobierno?, ¿cuántas veces tenemos que seguir diciendo que los aragoneses no queremos estar en el vagón de cola, sino en la primera fila? Esta tercera reforma de un estatuto de segunda, consagra la asimetría que tanto gusta a algunos para consolidar sus privilegios y tanto nos disgusta a los que hemos luchado siempre contra las desigualdades, sociales y territoriales.

Decíamos, al comienzo de esta intervención, que habían fallado en las formas. El pasado 3 de octubre de 2006, durante el debate de totalidad de esta propuesta de reforma del estatuto de Autonomía de Aragón decíamos que “queríamos ser más ambiciosos, para lograr el mejor estatuto no para 2007, ni para la Expo 2008, sino para los aragoneses que todavía no han nacido, para los que todavía no han llegado a estudiar o a trabajar a nuestra tierra”.

Tendíamos la mano para lograr acuerdos porque creíamos que un Estatuto fuerte tenía que contar con el que es tercer partido en número de votos en Aragón, ya desde el año 2000, en todas y cada una de las elecciones que han existido. Creo que es bueno recordar este dato.

Sin embargo, desde ese tres de octubre no se ha querido invitar ni siquiera a participar en una mesa a Chunta Aragonesista, no hablamos de si hubiera sido o no posible intentar llegar a acuerdos, sencillamente decimos que su acuerdo ha llegado cerrado y bloqueado impidiendo el sano y deseable debate democrático, por mucho que ahora se empeñen en decir públicamente que no ha sido así, no dicen la verdad y ustedes lo saben.

Han fallado en las formas pero también, y eso es lo más importante, en el fondo. Hemos reiterado nuestras diferencias que afectan básicamente a cinco aspectos: las inversiones del estado en Aragón, las competencias no incluidas o ahora excluidas, la defensa del Ebro frente a los trasvases, las lenguas propias de Aragón y el Preámbulo.

Vayamos por partes: Hay una cuestión básica, fundamental, de la que depende el futuro de Aragón y que por sí sola tendría fuerza suficiente para decir NO a este estatuto si no se mejora. La cuestión de las inversiones, de la deuda en infraestructuras que históricamente mantiene el Estado con Aragón Mis paisanos de Teruel, del Alto y bajoaragón, de la Comunidad de Calatayud y demás comarcas rurales de Zaragoza, saben como nadie de la precaria situación de sus carreteras, de sus estaciones de tren, de sus pasos fronterizos, de la despoblación y el abandono que si no ponemos remedio dejará un territorio sin futuro. Sabemos que “con perricas chufletes”, como decimos por allí, o lo que en lenguaje político significa que sin inversión suficiente, no hay autogobierno que valga, porque ¿cómo podremos construir un futuro de prosperidad? Y en este tema es donde presentamos nuestra enmienda número 49 y para las que pedimos el voto favorable de esta cámara porque, a fecha de hoy:

¿Han incorporado a nuestro Estatuto la obligación del Estado de destinar a Aragón un porcentaje concreto y determinado del total de la inversión en infraestructuras? No. Estamos peor que antes, porque otros estatutos, otros territorios, sí se garantizan inversiones estatales superiores a las que se han venido realizando hasta el momento. Y es que mientras en Cataluña la inversión estatal se equiparará a su porcentaje de PIB (18,8 %), en Andalucía será equivalente a su población (17,8 %), en Baleares se establecerá atendiendo a la inversión media per cápita (2,7 %), y, de momento, en Canarias no será inferior al promedio del conjunto de las Comunidades Autónomas (5,8 %) o en Castilla-La Mancha será, al menos equivalente a una media de tres factores, más el 1% de su PIB regional (9,3%) en Aragón quedamos a la intemperie con las migajas que nos quieran repartir, una vez que el Estado haya cumplido sus compromisos con esas otras Comunidades.

El texto aprobado en las Cortes de Aragón decía que “se tendrán en consideración” y ahora dirá “se ponderarán”, refiriéndose a tres factores, de los que dos ni siquiera son cuantificables (la orografía y la condición de comunidad fronteriza). ¿Ese es el gran cambio?: sustituir una palabra por su sinónima, ya que considerar significa, según la Real Academia de la Lengua “reflexionar algo con atención y cuidado” y ponderar “examinar con cuidado algún asunto”.

Otros de los estatutos aprobados hasta la fecha y otros que vendrán a esta Cámara, fijan, con carácter imperativo para el Estado, que se garantizan inversiones superiores hasta en 3 puntos a las que recibían, en algunos casos superiores al doble, y Aragón, pudiendo asegurarse el 9,5 % equivalente a su superficie, como propone CHA, no se asegura ni un euro de inversión estatal en el futuro. ¿Se garantiza Aragón con este Estatuto una compensación de 5.000 millones de € por el déficit acumulado de inversiones, como propone CHA en la enmienda 53 que hoy defendemos? No, por supuesto, pero ya lo ha conseguido Baleares y el otro día escuchamos al Ministro Sevilla como van a acelerar el pago de la “deuda histórica” a Andalucía, reconocida en su estatuto.

De acuerdo con que luego se fijará en una comisión específica pero ¿no negociará mejor el gobierno que cuente con el respaldo de lo que diga una ley orgánica? Incluyamos esta cifra de compensación por el déficit acumulado por la insuficiencia de inversiones en Aragón por un valor de cinco mil millones de euros a lo largo de siete años y luego ya intentaremos que se cumpla o todo o una parte, cualquiera puede entender que es así de sencillo, de práctico para defender nuestros intereses. Hay otro tema que en Aragón, con nombre de río, es sentimiento y razón: el agua, el Ebro. ¿Cómo se defiende en este Estatuto de Autonomía de Aragón este recurso frente al derecho al trasvase que el Estado reconoce a los valencianos en la Ley Orgánica 1/2006?¿Emitirá Aragón un informe determinante o vinculante ante cualquier propuesta de trasvase, como exige CHA y los políticos del PSOE y el PP de Castilla-La Mancha? No.

Lo de los 6.550 Hm3 no tiene desperdicio. Aunque se hubiera mantenido tal cual, nada nuevo aportaría, puesto que esa reserva ya está recogida en el Pacto del Agua, en el Plan de Cuenca y en el Plan Hidrológico Nacional. Precisamente esta ley casi consumó el trasvase, luego es evidente que la reserva no sirve para impedirlo. Ahora tras las enmiendas incorporadas en Comisión la reserva ya no se establecerá con carácter vinculante en una ley Orgánica como es el Estatuto, sino que éste se limita a recordar que un día, el 30 de junio 1992, las Cortes de Aragón, consideraron en una resolución que haría falta esa reserva. Por si queda alguna duda, la misma adicional comienza advirtiendo que la planificación hidrológica, esto es, el Estado, concretará las reservas. Proponemos en nuestra enmienda 47 y 48 un texto más ambicioso para defender el aprovechamiento de nuestros recursos, frente al trasvase del Ebro. El tercer ámbito de nuestras enmiendas, de nuestras quejas, son las competencias no incluidas y que otros territorios sí van a disfrutar:

¿Han incluido, como pide CHA, las 12 competencias que habían quedado excluidas en Aragón e incluyen Cataluña, Andalucía o Baleares y que defendemos otra vez hoy en las enmiendas número 24 a 32 ? No. Se trata en todos los casos de competencias que no pueden entenderse incluidas en otros títulos competenciales genéricos y que incluyen aspectos tan actuales como la autorización de trabajo de los extranjeros o tan de futuro como las comunicaciones electrónicas. ¿Me quieren decir dónde está recogida esta posibilidad tan importante como es las comunicaciones electrónicas en el Estatuto?, ¿dónde?

Y es que, además, mediante las enmiendas pactadas entre los cuatro partidos, han rebajado el techo competencial aragonés, porque los medios materiales de la administración de Justicia y el régimen estatutario de los funcionarios no serán competencia exclusiva, y se pierde la participación en los órganos de administración de Paradores de Turismo

Y para acabar las cuestiones de identidad: Todos los estatutos, tanto los ya reformados o en proceso de reforma como el resto, expresan en su texto el nombre las lenguas de su territorio: gallego, bable, euskera o vascuence, catalán o valenciano, aranés, incluso la reforma del estatuto castellano-leonés incluye, junto al gallego, al leonés, o el estatuto andaluz incluye la modalidad lingüística andaluza en sus diferentes hablas. Aragón no.

Se han negado a decir expresamente el nombre de las lenguas propias de Aragón: aragonés y catalán. Lo podría resolver una ley de lenguas pero llevamos décadas de gobiernos, PSOE-PAR-PP en sus distintas versiones y combinaciones de elementos tomados de dos en dos y la ley no llega. Y en temas de identidad, se despoja a los emigrantes aragoneses (un 20% de la población está en la diáspora madrileña, catalana o valenciana) de poder participar en la vida política aragonesa, podrá hacerlo el inmigrante que venga a nuestro territorio pero al que se ha ido se le olvida, artículo 4.apartado 3.

El Preámbulo que han dejado es un “menosprecio evidente” a nuestra historia. A partir de ahora, estaremos reconocidos como “nacionalidad histórica” (ya lo éramos, aunque no lo dijera una norma estatal), pero no se sabrá por qué. Han borrado de un zarpazo nuestra historia colectiva.

No digo, no decimos, que hagamos, que se haga en el preámbulo una compilación erudita, pero a cualquiera que le digan que un territorio con más de mil años de historia, de los cuales fue independiente durante 700, en su norma básica, en su Estatuto de Autogobierno, suprimen directamente las referencias: al Condado creado en el siglo IX, al Reino constituido en el año 1035 y al juramento de los Reyes de Aragón, a las Cortes y Diputación General (históricas), a que Aragón fue la cabeza de la Corona de Aragón, a los decretos de Nueva Planta de 1707, a la II República y al Estatuto de Caspe de 1936, a la histórica manifestación del 23 de abril de 1978 o al acceso a la autonomía por la vía lenta y de segunda del artículo 143, es como para no creérselo. En triste coherencia con este menosprecio a nuestra historia, también han suprimido en el preámbulo la referencia a los derechos históricos del pueblo aragonés como fundamento de nuestro autogobierno. Y ello a pesar de que estos derechos históricos están reconocidos en nuestro Estatuto desde 1982. Hay que recordar que somos los únicos, junto con Navarra y País Vasco, que los tenemos reconocidos. Y en virtud de este derecho pedimos, en varias de nuestras enmiendas parciales, como la número 33 por ejemplo, un sistema propio de financiación plasmado en un Convenio Económico con el Estado. Y no sólo tienen miedo de nuestra historia, también pretenden limitar nuestro futuro: ¿por qué han suprimido en el preámbulo la referencia a los valores de igualdad, pluralismo, paz, solidaridad, cohesión social, equidad de género y desarrollo sostenible, o el compromiso de Aragón con todos los pueblos para construir un orden mundial pacífico y justo?, ¿por qué no se quiere aprobar en el Estatuto de Autonomía el derecho a que la educación pública , conforme al carácter aconfesional del Estado, sea laica, o el derecho a morir dignamente?

Deberían explicar esta mutilación a los aragoneses y aragonesas.

Para concluir, pedimos el voto favorable de esta cámara a estas enmiendas de Chunta Aragonesista y anunciamos que, de no ser aceptadas, tendremos que votar NO en la votación final a esta propuesta de reforma de Estatuto. No podremos apoyarlo por una cuestión que quizá no está entre los principios que más se practican últimamente en política, pero que para algunos utópicos luchadores sí son importantes: dignidad, coherencia y compromiso con nuestro territorio: Aragón.

Antes de acabar quisiera leer unas líneas de un ex Diputado constituyente en este Congreso, ex Presidente del Gobierno de Aragón y fundador del Partido Aragonés Regionalista, quien ha manifestado públicamente en un artículo de “El Periódico de Aragón” lo siguiente:

“Asimismo, es insólito lo que sucede con la reforma estatutaria de Aragón, porque sí la vez anterior las enmiendas al texto de reforma que aprobó la Aljafería por unanimidad en junio de 1994 sólo las hicieron el PSOE y PP, esta vez cuentan con el inestimable apoyo del PAR y de IU que también las suscriben, esto es, se pasaron al bando de PSOE y PP que si no se concilian ni para combatir el terrorismo, en perjuicio nuestro siempre se han entendido. Comprendo la actitud de Ibarra y no la que prevalece en Aragón con la casi unánime mansedumbre de esos partidos o sólo de sus líderes, no se sabe. Opino que, incluso por mera dignidad, debería retirarse de las Cortes el proyecto estatutario y esperar a que el Tribunal Constitucional nos diga si valen o no las reformas recurridas, porque, si declara que se ajustan a Derecho, Aragón podría exigir lo mismo en vez de pasar ahora por la vergüenza de conformarse con ser menos, algo que, más que “fidelidad a España”, parece simple estupidez.”. Repito palabras del ex Presidente de Aragón, Hipólito Gómez de las Roces, el pasado domingo día 11 de marzo en El Periódico de Aragón. Nada más y muchas gracias.

1 comentario

oleyole -

Leerlo todo es un poco coñazo, pero el Labordeta tiene razón, a mi me vuelve a parecer que nos siguen tomando el pelo, y que nos toca jodernos como siempre. Parece que es el sino de los aragoneses.